El proceso del Marco Lógico comprende siete fases:
1. Análisis de involucrados o de partes interesadas en el proyecto.
2. Análisis de problemas (imagen de la realidad o de la situación
actual).
3. Análisis de objetivos (imagen del futuro o de la situación
deseada).
4. Análisis de alternativas (comparación de diferentes opciones
combinadas para el logro del objetivo del proyecto).
5. Estructura Analítica del Proyecto (EAP).
6. Diseño de la Matriz del Marco Lógico.
7. Evaluación.
Fuente: Área de Proyectos y Programación de Inversiones, ILPES.
Las primeras cuatro fases del proceso constituyen lo que se
denomina fase de análisis del proyecto, en la cual se logra una visión de la
Situación Actual o realidad existente en la comunidad objeto de la intervención.
Las fases restantes -5 a 7-, conforman lo que se llama fase de planificación,
en la cual la idea original del proyecto que se concibió mediante el análisis,
se convierte en un plan operativo práctico para la solución del
problema planteado y así logar la Situación Futura o deseada. En esta fase se
elabora la matriz del marco lógico, se analiza la lógica del proyecto, tanto
vertical como horizontal, y se definen las actividades y recursos necesarios
para alcanzar los componentes o resultados del proyecto.
Explicación de cada una de las fases del Marco Lógico y su relación con
el ciclo del proyecto.
I. Identificación del proyecto.
1. Análisis de Involucrados o de partes interesadas.
Consiste en identificar los grupos y organizaciones que están directa o
indirectamente involucrados en el problema central definido, tomando en cuenta
sus intereses, percepciones y mandatos.
Las partes interesadas están formadas por beneficiarios del proyecto (grupo
meta), perjudicados por el proyecto, financistas, ejecutores y organizaciones
civiles, políticas y religiosas. Individuos u organizaciones, que pueden estar
tanto a favor como en contra del cambio que se propone con el proyecto. Desde
este punto de vista, en un análisis de involucrados o de participantes interesa
conocer:
• Cuáles grupos están directa o indirectamente involucrados en el
problema de desarrollo seleccionado.
• Los intereses de cada grupo en relación con la solución del problema
planteado. Los que apoyarían una determinada estrategia para superar
el problema de desarrollo, convirtiéndose en socios útiles para el proyecto, y
lo que se opondrían a esa estrategia, convirtiéndose en socios conflictivos y
para quienes el proyecto es una amenaza a sus intereses.
• El poder (mandato legal o estatutario) que tienen las organizaciones
para apoyar u obstaculizar la solución del problema y los recursos de que
disponen.
• Cómo maximizar el apoyo y minimizar la resistencia cuando el proyecto
se comience a ejecutar.
Es de vital importancia incluir en un cuadro, tanto los que están a
favor de una solución propuesta del problema, como los que se oponen a dicha
solución. Si bien un grupo de involucrados, que está a favor de una determinada
solución propuesta, podría contribuir con sus recursos al desarrollo del
proyecto (diseñado para solucionar un problema de una comunidad, por ejemplo),
otro podría oponerse a su ejecución, mediante obstáculos. Es por ello que este
análisis constituye una herramienta para diseñar medidas que permitan maximizar
el apoyo y minimizar la resistencia de parte de los involucrados en la
ejecución del proyecto.